Con los años y analizándolo
objetivamente, se nota un descenso en algunas consultas privadas de gente que
va perdiendo el entusiasmo conforme se comenzó el año. Van pasando los días y para
muchas personas, les es duro que la magia continúe en su vida cotidiana.
El invierno azota con sus bajas temperaturas
y algunos (por muy mal sonante que sea la palabra, creo que es necesaria) se
vuelven antisociales en muchos aspectos de sus vidas.
Lo he nombrado en varias ocasiones en
distintos post anteriores, sobre la energía de cada estación y lo que nos afecta. Como por ejemplo en Asoma el Otoño, La Energía de Junio, o Bienvenida Primavera . Aunque eso es lo mínimo que puede ocurrir, ya que las preocupaciones pueden
sacudir en la cabeza más de lo necesario.
¿Y qué son las preocupaciones?
Las preocupaciones se basan en crear
una imagen del futuro pesimista, incluso catastrófica. Esa imagen o perspectiva
que generamos en nuestra mente nos genera miedo e inseguridad, teniendo un
estado de incertidumbre y pudiendo llegar a bloquearnos.
Debemos ser conscientes de que somos
nosotros mismos quienes creamos tal imagen del futuro. Y que si no ponemos fin a estos pensamientos, habrá
posibilidades de que tales preocupaciones pasen a la acción en nuestra vida. El origen es que
estamos dando energía a esa creación de la mente.
Atraes lo que creas en tu mente.
Tenemos que imaginar sólo el futuro
más brillante y así atraer nuevas y positivas posibilidades. Realizar la
práctica antes de irse a dormir o justo antes de levantarse de la cama, puede
resultar un ejercicio muy positivo. Junto al de vislumbrar un futuro más
luminoso, tomar acción positiva en relación al asunto o situación que ha
causado nuestra preocupación, a lo largo del día.
Se trata no de pre-ocuparse, sino de
ocuparse. Es decir, enfocar nuestros esfuerzos y atención en las soluciones, en
las opciones constructivas y no permitir ni que por un segundo la mente vuelva
a su hábito de preocuparse, ya que hacerlo antes de tener incluso el problema
encima es un desgaste energético, mental y agotador para cualquiera.
Por lo tanto, debemos enfocar nuestra
atención en el presente y actuar con iniciativa y con el entendimiento de que
una mente calmada y libre de preocupaciones, es la clave para encontrar la
solución a todas nuestras dificultades.